Laos es conocida por sus tejidos de seda natural, resultado de un increíble conocimiento transmitido de generación en generación. Sin embargo, este artesano no es muy conocido. Qué mejor manera de remediar esto que una excursión a Luang Prabang, para descubrir los secretos de la seda laosiana....
1. La seda en Laos es “salvaje”
La seda “salvaje” se refiere a sus imperfecciones, debido a que es un material sin ningún tratamiento y su textura es más granular, menos suave y alisada que la tradicional seda japonesa. ¿Qué sentido tiene fabricar una seda imperfecta? Pues, es precisamente estas imperfecciones lo que la hace perfecta ; ya que esta seda es 100% artesanal - desde el gusano de seda hasta su comercialización – y por lo regular la confección es 100% manual y orgánica. Por lo tanto, cada pieza hecha a mano lleva la identidad, la experiencia, los sentimientos e imperfecciones del artesano. Esto hace de cada pieza una obre de arte única, viva, noble y “salvaje”.
2. Una tradición familiar
No existe en Laos grandes empresas que se dediquen a la sericultura (el cultivo de gusanos de seda). La maestría de esta artesanía se transmite de generación en generación dentro de las familias en cada región. Algunos expertos podrán reconocer las particularidades de una región a otra. Por lo tanto, cada familia confecciona de forma muy particular, dependiendo de su método ancestral de fregar, moldear, teñir, hilar, tejer y de sus motivos tradicionales. Por ejemplo, en la región de Sam Neua, en la frontera con Vietnam, la seda es gruesa y sólida, mientras que en el sur en la región de Xieng Kouang se podrá encontrar seda más suave, ligera y finas.
3. Gusano de seda, un insecto único como ningún otro
Tendemos a olvidarlo, pero la seda tiene un origen animal: está confeccionada por un insecto llamado Bombyx mori, mejor conocido como gusano de seda. ¿Pero cómo funciona? Primero hay que alimentar los gusanos, durante 1 mes, 4 veces al día, sin interrupción, hasta que alcanzan su tamaño adulto. Luego van a crear su crisálida de seda durante 3 días. Después del meticuloso esfuerzo de nuestros queridos bombyx mori, lo único que queda es recolectar cuidadosamente la seda, antes de que emerja la mariposa y destruya el hilo al salir del capullo. Para darse una idea, se requiere unas 5000 crisálidas para conseguir 1 kilo de seda. También una pareja de mariposas representa un cuadrado de seda: puede tener hasta 300 huevos o sea 300 gusanos de seda que pueden dar hasta 300 metros de seda cada uno.
4. Un trabajo cronófago y meticuloso
Una vez todas las crisálidas recolectadas, la seda es extraída con una gran atención y delicadeza. Las fibras son sumergidas en agua caliente para que se conviertan más suaves y sean más fácil de tejer. Antes de obtener un hilo el artesano todavía necesita teñir y hilar la seda, siempre de forma manual y natural. Esto se realiza con un telar tradicional, que requiere un gran saber por parte del artesano, quien debe tener en cuenta la fuerza aplicada a las hebras, la regularidad de las líneas, los patrones, los colores, etc. ¡Este proceso requiere mucho tiempo ya que el artesano sólo puede producir de 1 a 2 metros de tela al día! Realizar una estola larga tradicional toma por lo general hasta 1 mes de trabajo.
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La experiencia Phoenix Voyages:
Un día para descubrir el proceso de manufactura de seda natural en Luang Prabang
Visite una granja de seda natural en Luang Prabang en el centro de tejido de Ock Pop Tok. “Ock Pop Tok” significa “este y oeste” en Lao debido a que esta empresa local nació de la asociación entre una europea y una laosiana.
Después del desayuno, traslado desde el hotel a las 9:00 am a la granja de seda. A la llegada, introducción sobre los gusanos de seda, los diferentes tipos de tejido y los pasos a seguir para producir esas preciosas telas.
Los clientes son invitados a preparar un pigmento natural para teñir las fibras. Estos materiales y pigmentos son producidos directamente en los jardines de la granja: cúrcuma para amarillo, teca para rosa, índigo para azul, etc.
El almuerzo se sirve frente al hermoso paisaje que la granja ofrece.
Por la tarde, se enseñará el uso del telar y la confección. Cada participante podrá hacer su propio mantel de mesa con un diseño tradicional laosiano. La experiencia ofrece una visión general de la cultura laosiana y de la artesanía del tejido, todo ello en un contexto social. Trabajar junto a los tejedores es una oportunidad única para sumergirse en la cultura y conversar con los lugareños. Ock pop Tock es por mucho una experiencia cargada de emociones. El día termina regresando al hotel por la tarde, recuerdos preciosos en las manos y en la cabeza.
Contácte a dos@phoenixvoyages.com